Por Ps. Ricardo Musalem B
Los nuevos desafíos para los docentes en el contexto mixto de educación, presencial y a distancia.
Está comenzando un nuevo año escolar en medio de una situación sanitaria compleja con alto número de casos positivos para Covid19 y una campaña de vacunación muy efectiva pero que llega un poco tarde para un inicio seguro del año escolar, con todo lo que significa de actividades presenciales y grupales
Nuestra investigación del año 2020 acerca de la adaptación psicosocial y salud mental en pandemia, realizada a 1000 jóvenes de la región metropolitana, arrojó como resultado una importante interferencia emocional, asociada a ansiedades con respecto a la seguridad física económica y social. Los jóvenes dieron cuenta de un estado emocional de malestar crónico, relacionado con las restricciones que imponía el confinamiento y la alta incertidumbre en los distintos planos de la vida personal, familiar, escolar y de la sociedad en general. Esta situación se prolongó de forma oscilante durante todo el 2020, generando un impacto enorme en la calidad de vida, la motivación y el bienestar emocional los jóvenes. Llegan a este nuevo año con una serie de experiencias traumáticas asociadas al riesgo de salud: aquello que pudo pasar eventualmente o situaciones dolorosas que si pasaron en términos de pérdida de personas significativas, progresivo aislamiento, pérdida de conexión emocional, etc.
Los profesores no tuvieron una experiencia mucho más fácil. Obligados a asumir una doble tarea de padres y docentes, sin contar con suficiente recursos o preparación para la educación a distancia y el uso de los medios tecnológicos, experimentaron fuerte estrés, desgaste emocional y pérdida de energía en la implicación con su trabajo (Estudio de Bienestar Docente en la Educación a distancia, Fundación Chile)
Al iniciar el año escolar 2021 es fundamental considerar la contención emocional, la gestión de necesidades psicosociales, la comunicación y la expresión de emociones como elementos fundamentales para poder recorrerlo pisando firme. En este año académico, la tarea del profesor será encontrarse con los estudiantes, estar atentos aquellos más vulnerables, tener flexibilidad para generar propuestas diferenciadas según el estado emocional y necesidades de cada uno, al tiempo que deberá buscar una cohesión y comunicación del grupo curso, experiencia fundamental para la satisfacción de la necesidad de pertenencia y autoestima social de los estudiantes. Asimismo, su propuesta pedagógica deberá fundarse en promover la interacción entre los estudiantes y en la posibilidad de que unos ayuden a otros. Es imposible que el profesor se puede hacer cargo de todas las lagunas pedagógicas que se generaron por el contexto de educación a distancia en el cual muchos estudiantes no contaban con los recursos tecnológicos necesarios. El aprendizaje cooperativo será una alternativa excepcionalmente potente para lidiar con las dificultades de estos tiempos, en cuanto aporta experiencias de vinculación e interdependencia y permite a los estudiantes enseñarse mutuamente, promover climas positivos de participación y entusiasmo al compartir y estudiar al mismo tiempo.
“En este año académico, la tarea del profesor será encontrarse con los estudiantes, estar atentos aquellos más vulnerables, tener flexibilidad para generar propuestas diferenciadas según el estado emocional y necesidades de cada uno, al tiempo que deberá buscar una cohesión y comunicación del grupo curso, experiencia fundamental para la satisfacción de la necesidad de pertenencia y autoestima social de los estudiantes.”

Ricardo Musalem B.
Psicólogo Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Psicoterapeuta acreditado. Especialista en psicoterapia por el Instituto Europeo de Estudios de Psicoterapia psicoanalítica de Madrid.
Espacios de intercambio emocional, el juego, la búsqueda de la emoción, la empatía y los proyectos de curso serán factores motivacionales fundamentales para atraer al estudiante de vuelta al colegio en cuerpo, mente y corazón
Los docentes por su parte requerirán de apoyo, diálogo entre pares, libertad para experimentar propuestas, nuevas espacios para el autocuidado y para crecer como persona.
Para todos y como nunca antes, las habilidades socio emocionales serán la llave y el recurso fundamental para hacer frente a un año de incertidumbre, pero de esperanza al mismo tiempo.

“Enseñar siempre: en el patio y en la calle como en la sala de clase.
Enseñar con actitud, el gesto y la palabra”
Gabriela Mistral, “Magisterio y niño”